Las frutas y hortalizas se caracterizan por su frescura, cada vez más apreciada y demandada por los consumidores. Los sistemas de envasado de frutas y hortalizas deben mantener esta característica y suelen ser más complejos de lo que parece. El envase sostenible es la clave.
Existen retos técnicos relacionados con el futuro envasado de frutas y hortalizas. Los expertos coinciden en que hay que centrarse en la sostenibilidad, tanto de los envases como de las soluciones de embalaje. En opinión de los expertos, hay tres aspectos de este concepto que deben tenerse en cuenta en las soluciones de envasado.
- Medioambiental: Ofrece soluciones al problema del cambio climático y está vinculado al concepto de ecodiseño.
- Social: Relacionado con aspectos como la vida útil, la seguridad y la comodidad del consumidor que ofrece el producto.
- Económico: Debe ser rentable. Hay que tener en cuenta que los plásticos reducen el peso de los envases y los costes medioambientales y económicos de su transporte.
Factores a tener en cuenta para evaluar la sostenibilidad de los envases
Generalmente se considera que hay dos factores clave para evaluar correctamente la sostenibilidad de una solución de envasado.
- El envase en su conjunto: No es necesario analizar el material de envasado en sí o el sistema de envasado, sino el envase en su conjunto y el alimento que contiene.
- Contexto o entorno: El contexto en el que se presenta el producto envasado; las situación actual y la necesidad.
El uso de plásticos en el envasado de alimentos tiene una serie de ventajas, como la mejora de la barrera contra los gases y la humedad, una mayor protección de los alimentos y una mayor vida útil, así como la reducción de los residuos de alimentos y de los propios envases favoreciendo a la sostenibilidad.
Se plantea entonces la cuestión de si es seguro poner los plásticos reciclados en contacto con los alimentos. Este es precisamente el propósito de las barreras funcionales. Es la capa interna de un material u objeto que entra en contacto con los alimentos y los protege de las sustancias externas. Por lo tanto, los objetos que entran en contacto con los alimentos, como los envases multicapa, pueden incorporar plásticos reciclados separados por barreras funcionales.